5 hábitos para una vida más sana
Herramientas para cuidarse y tener un estilo de vida saludable
Descubre (o redescubre) cómo, a parte de la alimentación, puedes recuperar o mantener una salud física y emocional plena. Con estos 5 primeros pasos para sentirse bien con uno mismo, fáciles y sencillos de poner en práctica, no tardarás en notar los beneficios. Así pues, ¿cómo puedes cuidarte por dentro y por fuera para vivir mejor?
«NO CUENTES LOS DÍAS. HAZ QUE LOS DÍAS CUENTEN»
Muhammad Ali
HÁBITO 1
Quererse a uno mismo.
Sé amable contigo mismo
Se dice que nacemos solos, vivimos solos (con nosotros mismos) y morimos solos. Por eso es esencial cuidarse y estar en paz con uno mismo. ¡Así que ama la persona que eres! El amor propio es esencial y para ello hay que cambiar hábitos. Cada momento es importante, la mayoría de las personas no se conocen demasiado bien a sí mismas y muchas no se quieren.
Quiérete, pero no de forma narcisista. Sé tu mejor amiga, tu madre, tu hija, tu guía, tu hermana mayor, tu hermana pequeña… Tiéndete la mano igual que lo harías con la gente a la que quieres. Cuidarla salud física y mental es aportarse amor. Escúchate, nútrete de lo que te hace sentir bien y te permite vivir con alegría, cambia tus hábitos si es necesario. Acompáñate con delicadeza en tu camino y tu cuerpo y tu corazón avanzarán con serenidad, permitiéndote vivir en paz.
HÁBITO 2
Practica la meditación
¡Relájate! ¡Relájate! ¡Relájate!
El estrés afecta a la circulación, al intestino, a los órganos y a las funciones glandulares. Este malestar provoca dolencias y debilidad en los tejidos, como estreñimiento, dolor de espalda, debilidad suprarrenal y renal, ansiedad, problemas cardiovasculares y mala digestión, por mencionar solo algunos.
La meditación es una de las principales herramientas de relajación, ya que permite que todos los músculos y células del cuerpo se relajen. Cuando el cuerpo se relaja, los pensamientos y las emociones, principales causas del estrés, también se relajan. Es un ejercicio perfecto para estar en paz con una misma.
La meditación es sencilla y agradable, y con un poco de entrenamiento, puede practicarse en cualquier momento y lugar.
- Para comenzar la práctica de la meditación, lo mejor es encontrar un lugar tranquilo donde no te interrumpan. Dedícate unos 30 minutos, y si es posible, empieza todos los días a la misma hora. Puedes sentarte o tumbarte, lo que más cómodo te resulte.
- Cierra los ojos y respira profundamente unas diez veces. Es el momento de practicar la respiración abdominal. Empieza relajándote por completo, permitiendo a tu mente desconectar.
- Ahora relájate y observa. Puedes empezar a relajar los dedos de los pies, y luego todas las partes de tu cuerpo a medida que vas subiendo: las piernas, el pecho, los brazos y la cara. Relájate hasta el punto en que te sientas tan ligera como el viento, como si flotaras con una pluma, sin dirección ni ningún tipo de deseo. Observa y escucha, completamente relajada, como si estuvieras viendo una película.
La meditación te permite ir al interior de ti mismo, sin estímulos externos, aislándote de las exigencias constantes, los pensamientos y las emociones. La meditación te abre puertas que antes estaban cerradas.
Practicar la meditación puede ayudar a tu proceso de sanación. Si escuchas atentamente, puede que descubras cosas que ni siquiera imaginas. A veces es mucho mejor escuchar que hablar. Solo centra tu atención en el presente, aquí y ahora, en ser plenamente consciente.
HÁBITO 3
Practicar un deporte
En épocas anteriores, puede que fuéramos cazadores-recolectores y que recorriéramos largas distancias en busca de alimentos para sobrevivir. Por necesidad, nos movíamos mucho más que ahora. El movimiento juega un papel fundamental en nuestra salud. Gran parte de la sangre y la linfa circulan a través de la actividad muscular, especialmente en las extremidades. Notarás que cuando estás inactiva durante un tiempo, sentada o tumbada, te agarrotas hasta que vuelves a moverte. Cuanto menos intoxicada esté una persona por su estilo de vida y consumo, menos rígida estará tras un largo periodo de inactividad.
Andar, nadar, saltar, hacer tai-chi, estiramientos, yoga, ejercicios aeróbicos pasivos… por nombrar solo algunos. Cualquier persona en casi cualquier condición puede hacer todas o casi todas las actividades que le hagan feliz. Sé activa. Si estás débil empieza poco a poco y aumenta el nivel de actividad cada día, en la medida de lo posible. El ejercicio es esencial para la sanación.
HÁBITO 4
Saunas y baños de vapor
La sudoración desempeña un papel esencial en la desintoxicación diaria. La piel, también llamada tercer riñón, elimina tantos residuos y toxinas como los pulmones, los riñones y los intestinos. La piel es el mayor órgano de eliminación. Cuando la tiroides funciona mal, o cuando llevamos un estilo de vida sedentario no sudamos lo suficiente. Las capas subcutáneas se obstruyen y retienen toxicidad, provocando sequedad cutánea, rojeces, granos, rosácea, caspa o dermatitis. La sudoración juega un papel esencial en la desintoxicación. Las saunas y los baños de vapor son muy beneficiosos, sobre todo si se les añaden aceites esenciales.
Si no tienes una sauna cerca, puedes crear un hammam en tu bañera. Para optimizar los efectos añade al agua mostaza blanca, pimienta de cayena u otras plantas estimulantes.
No es necesario calentar demasiado la habitación. Con calentar el baño a unos 38ºC bastará, ya que es la temperatura ideal que permite que los poros de la piel se abran y se dilaten. Un truco: prepara un baño de agua bien caliente. Al cabo de diez minutos poder ver cómo sale el vapor, lo que significará que ha alcanzado la temperatura adecuada. También se puede hacer bajo la ducha, el resultado es idéntico. Un baño de vapor en casa es un verdadero momento de bienestar y una oportunidad para cuidar el cuerpo y la mente, así que cierra los ojos y relájate.
HÁBITO 5
Reflexología palmar y plantar
En las terminaciones nerviosas de los pies se acumulan cristales ácidos (úricos, fosfóricos, carbónicos y lácticos). Dado que esas terminaciones nerviosas influyen en todo el organismo, estos ácidos y toxinas pueden tener un efecto devastador en las zonas correspondientes.
Por ejemplo, el corazón tiene terminaciones nerviosas que acaban en las manos y los pies. Si los cristales ácidos o la acumulación de toxinas afectan a esas terminaciones nerviosas es posible que tengas palpitaciones, sensación de mareo al estar de pie o caminar, dolor… Lo mismo ocurre con las terminaciones nerviosas de todos los órganos y glándulas, que se encuentran en las plantas de los pies y en las palmas de las manos. Frotando diariamente las plantas de los pies y las palmas de las manos, dispersarás estos cristales y acumulaciones tóxicas, reduciendo así tus síntomas. La reflexología es una ciencia asombrosa que puede evitar muchos sufrimientos. Estudia sobre ella y aprende técnicas curativas.
¡Diviértete! Cambia de hábitos, conócete, descúbrete a ti misma. Recuerda que se trata de tu vida, tu cuerpo y tus decisiones. Aprovecha las muchas herramientas que tienes a tu disposición para tener una mejor salud.
No te pierdas otros 5 nuevos hábitos para una vida sana el próximo mes
Gracias a Robert Morse por su transmisión e inspiración en “El milagro de la desintoxicación”, publicado por AUTONOMIA.
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