¿QUÉ ES LA LINFA?
¡Activa tu linfa! Un fluído discreto y subestimado. Una red de vasos limpiadores esenciales para una buena salud que requiere ser puesta en movimiento para activar sus superpoderes.
La linfa es un líquido intersticial que rellena los espacios que se encuentran entre las células de nuestros órganos. Representa unos 2 litros de líquido, según la morfología de cada uno. La linfa y la sangre se encuentran disociadas en todos los aspectos. Se trata de dos circuitos bien diferenciados incluso en aquellas ocasiones en las que la linfa pasa por un momento por la sangre para volver a salir rápidamente.
« LA VIDA ES COMO ANDAR EN BICICLETA, PARA CONSERVAR EL EQUILIBRIO DEBES MANTENERTE EN MOVIMIENTO. »
Albert Einstein
Su función principal es, en un 75%, limpiar las células, drenar la grasa, absorber todas las vitaminas liposolubles esenciales, que se disuelven y asimilan en la misma grasa. Algunas vitaminas como las A, D, E y K, además de las propiedades de ciertos medicamentos como los antibióticos y los ansiolíticos y también algunas hormonas como la tiroides y esteroides.
Los deshechos celulares pasan a través de la linfa y de la sangre para, posteriormente, ser enviados a los órganos inmunitarios (piel, riñones, pulmones, intestinos) para ser eliminados.
La sangre y la linfa conforman una unión entre el interior y el exterior de nuestro cuerpo. Los intercambios dependen de la circulación de estos dos fluidos. Cualquier desaceleración conduce a una disminución de la actividad orgánica y será la causante de cantidad de enfermedades.
La linfa limpia y ayuda a mantener una salud óptima
¿Dónde se encuentra la linfa?
La linfa es ese líquido blanco amarillento que sale a la superficie cuando, por ejemplo, te rascas una herida. Ese líquido algo pegajoso que aparece después de la sangre.
Se encuentra en todo nuestro cuerpo y lo recorre gracias a la contracción de los músculos, del movimiento del cuerpo.
La necesidad de mover la linfa.
A diferencia de lo que ocurre con el torrente sanguíneo, con la linfa no existe una bomba que la impulse a recorrer todo nuestro cuerpo. El único modo de hacerlo es mediante el movimiento. Y dado que la linfa no puede desintoxicarse por sí misma, esta depende de nosotros para drenar y hacer circular el líquido linfático por todo el cuerpo.
Por eso, es importante tomar conciencia de la necesidad de mover nuestro cuerpo para activar esa palanca que nos facilitará una mejor salud.
Para aquellos que trabajen sentados o en posiciones mayoritariamente estáticas, es importante ir cambiando de posición con regularidad para evitar que el líquido linfático se estanque.
Tips:
Para aquellos que pasan largas horas detrás de una pantalla de ordenador, es importante programar horarios para cambiar de postura. Trabajar de pie durante un rato o aprovechar para reorganizar su espacio de trabajo puede ser una buena manera de moverse. Mover los dedos de los pies, los tobillos, movimientos circulares con la pelvis, el cuello, los hombros, levantar los brazos… ¡existen mil maneras de mover alguna parte de nuestro cuerpo! Imagina que tu cuerpo es una botella de agua, el objetivo es crear esas ondas de movimiento en el interior. Dependeráde cada uno encontrar la mejor manera de hacerlo.
Son diversos los caminos y las opciones que podemos tomar hacia nuestro bienestar: caminar, saltar, bailar, nadar, estirar, sacudir el cuerpo moviéndolo en todas direcciones… Aprovecha la ocasión para divertirte y pasar un buen rato. Lo más importante es no permanecer estáticos.
Nadar, además de movimiento, proporciona al cuerpo algo así como un suave masaje sobre la linfa. Y es por eso que tenemos esa agradable sensación al salir del agua.
Para prevenir la suciedad progresiva de la linfa podemos realizar estos sencillos gestos a diario:
- Drenaje linfático
- Auto-masaje linfático
- Cepillados en seco
- Estimulación de los gánglios linfáticos
Con los dedos, ejerce una ligera presión sobre uno de los puntos linfáticos y masajea con movimientos circulares durante 10 segundos.
PUNTOS LINFÁTICOS:
Al estimular nuestra linfa notaremos los beneficios desde el primer momento y casi al instante. Puedes empezar a probar mientras lees este post. Toca el suelo con los pies con pequeños movimientos, rápidos y repetidos durante unos 10 segundos, ¿notas las cosquillas? Se trata de tu linfa, que se encuentra en movimiento. Con el paso de los días practicando esto, nos damos cuenta de que se convierte en toda una necesidad hacerlo con regularidad y que mover nuestra linfa nos hace sentir más ligeros en todos los sentidos. Además de una buena salud, nuestro cuerpo se verá desinflamado, más estilizado y joven. Y nuestro rostro fresco y radiante. Entonces, ¿te animas a sacudir esa linfa?
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