¿Cómo desconectar de las redes sociales?

3 tips para desintoxicarse de las redes sociales

Están por todas partes. Nos acechan. Nos roban el tiempo. ¿Por qué las redes sociales son tan adictivas?

Hasta hace tan solo un año, lo primero que hacía nada más abrir los ojos era coger el móvil. Aun debajo de las sábanas, como un acto reflejo, me sumergía en la vida de los demás. También me acostaba sobre ellas. La vida con filtros de los demás se había convertido en mi cojín. ¿Qué impacto tienen las redes sociales en nuestra salud mental? ¿Somos adictos a las redes sociales?

Llenaba momentos vacíos haciendo scroll sin ningún propósito, me sentía una perdedora viendo vidas ajenas, perdía el tiempo pensando “5 minutos y ya”, y acababan siendo 30 minutos delante de la pantalla. Aunque no quisiera, caía en la comparación. Me sentía menos, que no era suficiente, me sentía como en una carrera por ver quién era mejor. ¿Porque las redes sociales son adictivas?

«NO CUENTES LOS DÍAS. HAZ QUE LOS DÍAS CUENTEN»

Muhammad Ali


Un mal de nuestros tiempos es que nos centramos en lo que está en otra parte, en lo que no vivimos, en lo que podríamos vivir y en lo que hacen los demás.

Sufrimos el famoso FOMO (fear of missing out), es decir, el miedo a perdernos algo. ¿No vas a ir al evento de esta noche? Sabes que fulanito irá, y que estará todo el mundo. “Hay que” ir.

Hice mi tesis sobre el impacto de las redes sociales, vi muchos documentales sobre ello y, aun así, caí en la trampa. Se les da bien hacernos adictos al scroll, a los likes y a los swipes.

El día que sentí que sin mi teléfono sentía como si me faltara una mano me asusté. No quería tener esa dependencia a las redes sociales.

Y decidí, como se suele decir, coger el toro por los cuernos.

Nuestras recomendaciones para evitar la adicción a las redes sociales:

  • Lo primero que hice fue eliminar la aplicación de Instagram de mi móvil. Lo abro desde el ordenador para responder a los mensajes e instalo la aplicación cuando necesito subir algo. Consumo el contenido de manera consciente, para que no se apodere de mis emociones, de mi tiempo y de mi vida. Me nutro de cuentas que me inspiran y solo leo lo que me interesa.

Te invito a que te hagas las siguientes preguntas: ¿Qué tipo de cuentas sigues? ¿Cuánto tiempo pasas haciendo scroll y dejando de hacer otras cosas? ¿Cómo te sientes después de pasar 10 minutos en Instagram?

  • A menudo hago un detox digital, “domingos off”, en los que apago las pantallas. El sábado por la noche pongo el modo avión y lo quito el lunes por la mañana. Es muy gratificante y me doy cuenta de lo adicta que soy, ya que cada 30 minutos tengo el reflejo de buscar el móvil.
  • Por las mañanas no enciendo el móvil hasta 1 hora después de haberme levantado. Me tomo mi tiempo para hacer 10 minutos de yoga al despertar, de desayunar y de empezar el día de forma consciente. Dicho de otro modo: me centro en mi mundo interior antes de sumergirme en el ruido del mundo.

Tomarse un respiro de las redes sociales es esencial para cuidarse, para protegernos, y para mantener la alegría y la capacidad de asombro.

Desde que he reducido drásticamente mi tiempo en las redes sociales, paso los días más concentrada y tranquila. Tengo tiempo para lo que realmente importa, estoy menos dispersa y he recuperado el control de mi vida diaria.

Cuanto más avanzo, más entiendo que los momentos más gratificantes, en los que me siento realmente yo, realmente bien, están lejos de las pantallas.

Porque la vida vale más que los likes.

«Porque la vida vale más que los likes.»

¿Y qué mejor manera de hacer un detox digital que volviendo a conectar con la naturaleza?

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