LOS NIÑOS Y EL RECICLAJE
Reducir, reutilizar y reciclar con los los peques de la casa
Uno de los aspectos más importantes a la hora de iniciar a los niños en el proceso del reciclaje es explicarles que, precisamente ésta, es la última de las opciones. Y es que, lo idóneo (en la medida de nuestras posibilidades) es: reducir, reutilizar y, por último, reciclar.
Concienciar a los niños sobre la importancia de tirar la basura en el contenedor adecuado es algo que podemos hacer todos en casa desde ya mismo si queremos lograr un futuro mejor tanto para nosotros como para las nuevas generaciones.
Los niños suelen sentir verdadero amor por los animales y la naturaleza, así que podemos aprovechar esta adorable baza para hacerles comprender que, por ejemplo, una tortuga puede sufrir daños al ingerir una bolsa de plástico que flota en el mar. Esto puede ser clave para que ellos pongan todo de su parte y hagan un pequeño esfuerzo para que el plástico de casa, del cole, el parque… no termine en el mar, sino en una planta de reciclaje.
«NO CUENTES LOS DÍAS. HAZ QUE LOS DÍAS CUENTEN»
Muhammad Ali
María Gandía, mamá experta en reciclaje, nos da algunos tips
REDUCIR
Un punto muy importante es que los niños conozcan la procedencia de los alimentos. Que
entiendan que se puede consumir perfectamente sin necesidad de packagings y envoltorios
plásticos. Para ello, podemos organizar una excursión a alguna granja o huerto donde puedan
conocer, ver y tocar las plantas y árboles de donde crecen las frutas, verduras y vegetales que
consumimos en casa. Si lo de la excursión nos resulta algo complicado, podemos llevarles a la
frutería y que sean ellos, con sus propias bolsas reutilizables, quienes escojan los productos
que allí venden a granel y no en un envase de plástico. Además, con esto fomentaremos su
gusto por los alimentos frescos y es que se sentirán realmente orgullosos de comer algo que
ellos mismos han cogido directamente del campo o la frutería de su barrio.
REUTILIZAR
Antes de deshacerte de las cajas de cartón, bricks de leche o vasos de yogur, pregúntale a los
más peques de la casa si se les ocurre alguna idea para reutilizarlos. Ya verás cómo con su
infinita imaginación podemos realizar gran cantidad de divertidas manualidades sin tener que
comprar apenas nada. Puedes hacer macetas con latas o botes de cristal vacíos. Que los niños
las pinten y planten en ellas sus propias semillas. Castillos, ordenadores, naves espaciales…
cualquier cosa que se os ocurra es posible con un poco de cartón reutilizado. Juegos de bolos
con botellas de agua o botellas sensoriales para bebés. Todo esto se verá traducido en tiempo
gratificante y de calidad para toda la familia además de darle una segunda oportunidad a
aquello que iba directo al contenedor de la basura.
RECICLAR
Tirar su propio pañal usado a la basura es una de las primeras responsabilidades que podemos
darle a un niño ya que, si dispones de varios cubos de separación en tu casa, el peque se
preguntará “¿dónde tiro el pañal? ¿por qué debo tirarlo en el contenedor gris y no en el
amarillo?”. Debemos aprovechar cada una de estas situaciones cotidianas para concienciar a
los niños sobre el significado del reciclaje y la importancia de separar los diferentes materiales
en su correspondiente cubo y así alargar su vida útil. Además, se trata de un sistema divertido y
fácil de aprender y memorizar debido a los distintos colores que corresponden a cada tipo de
residuo.
MANUALIDAD: Su propia maceta
Necesitas:
- 1 tarro de conserva de cristal (garbanzos, tomate frito, pepinillos…)
- Esmalte de uñas (todos los colores que quieras)
- AlgodónLentejas secas
PASO 1: limpia bien el tarro para que no queden restos de comida.
PASO 2: con un pincel o el mismo pincel del esmalte de uñas, que sean ellos mismos quienes pinten y decoren el tarro de cristal como más les guste.
PASO 3: poner un poco de algodón humedecido con agua en el fondo del tarro. Depositar encima
algunas lentejas secas y cubrirlas con un poco más de algodón húmedo.
Mateo (5 años) y Olivia (2 años)
Deberéis regar un poquito todos los días hasta que los brotes hayan crecido unos 10cm de alto, que será cuándo ya podáis trasplantarlos a una maceta con tierra y seguir cuidando de ellos. A los pocos días, iréis viendo cómo germinan esas semillas y aparecen los primeros brotes. Su carita de ilusión hará que todos estos momentos que pasamos aprendiendo con ellos valgan más la pena que cualquier otro planazo.
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