Los beneficios del estado de flujo

¿Qué es el estado de flujo y cómo se consigue?

El estado de flujo es un concepto introducido por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi en la década de 1970. Describe un estado mental en el que una persona está totalmente inmersa en una actividad, experimentando una profunda concentración y satisfacción. El psicólogo descubrió que las personas son más felices y rinden mejor cuando están inmersas en una tarea que les resulta estimulante y gratificante. Pero, ¿por qué es tan importante este estado de flujo y cómo funciona?

¿Qué es el estado de flujo?

Para empezar, el estado de flujo representa el equilibrio ideal entre la dificultad de una tarea y las habilidades que necesitamos para llevarla a cabo. Actividades difíciles, pero no tanto como para que resulten imposibles. Cuando los retos de una actividad se ajustan perfectamente a nuestras habilidades, se crea una forma de compromiso profundo y concentración intensa. No nos limitamos a hacer el trabajo, sino que lo vivimos plenamente, perdiendo a menudo la noción del tiempo y el espacio que nos rodean. Esta inmersión nos permite producir resultados de alta calidad y encontrar satisfacción intrínseca en el propio proceso, es decir, en la creación, en la actividad, más que en el resultado final.

Cómo funciona el estado de flujo

Cómo funciona el estado de flujo y sus beneficios

¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando estamos en estado de flujo?
El funcionamiento del estado de flujo se basa en una serie de mecanismos psicológicos. Cuando entramos en un estado de flujo, entran en juego una serie de procesos neurológicos que favorecen la inmersión total en la actividad. La actividad de la Red de Modo por Defecto, a menudo asociada con pensamientos introspectivos, disminuye, lo que permite que las regiones cerebrales responsables de la concentración y la gestión de tareas funcionen con mayor eficacia. Este aumento de la concentración se ve favorecido por la liberación de neurotransmisores como la dopamina, la noradrenalina y las endorfinas, que fomentan el placer, la motivación y el estado de alerta. Al mismo tiempo, se reduce la actividad de las redes de control consciente y autoevaluación, lo que reduce la autocrítica y permite una concentración más profunda. La percepción del tiempo se altera, a menudo con una sensación de que el tiempo pasa más deprisa, debido a cambios en las regiones cerebrales asociadas a la gestión del tiempo. El estado de flujo también se caracteriza por una mejor comunicación entre las distintas regiones del cerebro, lo que facilita la ejecución fluida de las tareas. En general, estos cambios neurológicos permiten una concentración intensa y una gran eficacia, al tiempo que reducen las distracciones y las preocupaciones externas.

El estado de flujo no es sólo una experiencia placentera; también tiene importantes implicaciones prácticas. Aumenta nuestra productividad y tiene un impacto positivo en nuestro bienestar general. Cuando nos encontramos en este estado, no sólo realizamos nuestras tareas con mayor eficacia, sino que también obtenemos una profunda satisfacción, que puede reducir el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo. Este proceso se asocia a menudo con un aumento de la creatividad, ya que la absorción total en la actividad permite que surjan ideas innovadoras de forma más natural.

Ejemplo de estado de flujo:

Imagina a un pintor inmerso en la creación de un cuadro complejo. Cuando la artista está absorta en el proceso creativo, puede perder toda noción del tiempo, concentrándose únicamente en las pinceladas y los colores. Las horas pasan sin que se dé cuenta, y cada detalle parece encajar en su sitio de forma natural. La artista experimenta una profunda sensación de satisfacción y maestría, ilustrando un ejemplo perfecto del estado de flujo.

¿Cómo se entra en un estado de flujo?

¿Cómo se entra en un estado de flujo?

Para cultivar este estado, es esencial elegir actividades que realmente nos interesen y crear un entorno propicio a la concentración. Esto a menudo significa encontrar un equilibrio entre los retos apropiados y nuestras habilidades, así como minimizar las distracciones para permitir una inmersión total. El estado de flujo es, por tanto, una intersección perfecta entre pasión, habilidad y concentración, y puede transformar la forma en que abordamos nuestras tareas diarias y proyectos personales. He aquí algunos consejos para fomentar el estado de flujo:


Tómate tu tiempo: Lleva tiempo entrar en un estado de flujo. Puede ser más fácil alcanzar este estado para las tareas largas que para las cortas, y es aconsejable reservar periodos definidos para trabajar en estas tareas.


Minimiza las distracciones Crea un entorno que favorezca la concentración. Elimina las posibles distracciones, como las notificaciones del teléfono, el ruido ambiental u otras interrupciones. Un espacio de trabajo organizado y silencioso puede ayudarte a mantener la atención en la tarea que tienes entre manos.


Mantente presente en el momento Practica la atención plena para anclarte en el momento presente. Evita dejarte abrumar por pensamientos sobre el pasado o el futuro. Concéntrate en lo que estás haciendo aquí y ahora para mejorar tu inmersión en la actividad. En un reciente estudio científico publicado en julio de 2024 (Hohnemann at al. Trajectories of mindfulness, flow experience, and stress during an online-based MBSR programme: the moderating role of emotional exhaustion), se demostró que la atención plena no sólo ayuda a reducir el estrés, sino que también fomenta una implicación más profunda en las tareas, mejorando así el estado de flujo. Además, el agotamiento emocional amplificó los efectos de la atención plena sobre el flujo y el estrés, lo que sugiere que la gestión del agotamiento emocional podría reforzar los beneficios de la atención plena en el trabajo.


Elige la tarea/actividad adecuada Las tareas monótonas, repetitivas o demasiado fáciles no siempre favorecen el estado de flujo. Es mejor modificar estas tareas para hacerlas más interesantes, significativas o estimulantes. A la inversa, puede ser útil dividir las tareas demasiado difíciles o complejas en etapas más sencillas.


Reflexiona sobre tus experiencias Tras experimentar un estado de flujo, tómate un momento para reflexionar sobre lo que funcionó y por qué.

Identifica las condiciones y los elementos que contribuyeron a esa inmersión e intenta reproducirlos en otras situaciones. No fluyas solo Según un estudio de la Universidad de St. Bonaventure, los estudiantes encontraban más agradable el estado de flujo cuando estaban en equipo. Según un estudio de la Universidad de San Buenaventura, los estudiantes encontraban más agradable el estado de flujo cuando estaban en equipo que solos, sobre todo si podían comunicarse entre sí.

Para saber más sobre mindfulness, haz clic aquí: Mindfulness: vivir con atención plena

Jeanne Henry

Escrito por Jeanne Henry Jeanne, creadora de contenidos para Potoroze, es la piedra angular que une a nuestros expertos para guiarte en tu viaje interior. Apasionada y dedicada, pone su talento al servicio de nuestra comunidad para ofrecer consejos esclarecedores y acompañarte en cada etapa de tu viaje personal para que vivas una experiencia única y preciosa.

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