Alerta ¡sobrecarga mental! No puedo dejar de pensar, ¿qué hacer?

Gestionar los pensamientos utilizando técnicas de sofrología 

Todos hemos experimentado al menos una vez en nuestra vida esa sensación de que nuestros pensamientos giran en círculos en nuestra cabeza. A menudo centrados en nuestras preocupaciones y problemas del momento, este fenómeno no es más que la rumiación mental. Me gusta usar la imagen de una máquina que se descontrola sin que podamos hacer nada para ralentizarla o detenerla.

La mente está en sobrecalentamiento, y esto nos coloca en una posición de impotencia, aturdimiento, miedo y ansiedad, lo que resulta incómodo tanto psicológica como emocional y físicamente. Entonces, ¿cómo gestionar adecuadamente nuestros pensamientos?

respirer pour arrêter de penser

¿Qué es la rumiación mental y cómo funciona?

¿Cuál es el funcionamiento y qué sucede cuando aparecen las rumiaciones?

Las rumiaciones no son más que pensamientos recurrentes, a menudo negativos. Generalmente están relacionados con tus preocupaciones actuales, eventos pasados o inquietudes sobre el futuro.

Destacamos, por ejemplo, que la ecoansiedad y la inestabilidad política mundial no son del todo ajenas para algunos de nosotros.

Si dejamos que esta mecánica se descontrole demasiado tiempo, pueden acabar apareciendo trastornos de ansiedad e incluso depresión. La ansiedad y la depresión pueden llevarnos a un estado de malestar general serio en diferentes aspectos de nuestra vida (social, familiar, conyugal, personal…). En resumen, un malestar generalizado y persistente.

Pero si todo esto te resulta familiar, es que ya eres consciente de que piensas demasiado y que, a la larga, esas rumiaciones mentales no son saludables para tu equilibrio. Estás en el lugar adecuado.

¿Cuál es la solución? ¿Cómo dejar de pensar demasiado?

Mi enfoque en sofrología propone numerosos ejercicios para superar estas rumiaciones. Sin embargo, siempre te recomendaré consultar a un psicólogo si sientes que, como describí anteriormente, las rumiaciones están bien instaladas. No olvides que la psicología y la sofrología se complementan muy bien y se potencian mutuamente.

Ejercicios para dejar de pensar y decir STOP a las rumiaciones:

Ejercicios para dejar de pensar

1-     Reducir el flujo de pensamientos y volver a la calma: respiramos con el abdomen.

-          Siéntate cómodamente

-        Coloca una mano sobre el pecho y la otra sobre el abdomen

-          Inhala profundamente por la nariz inflando el abdomen, tu mano se elevará

-         Exhala lentamente por la boca contrayendo el abdomen

-           Repite este ciclo varias veces, tomando conciencia de tu respiración abdominal. Solo la mano sobre tu abdomen sube y baja. La mano sobre el pecho permanece inmóvil.

Ejercicio de respiración

2-    Sí, relajación, pero relajación dinámica:

Esa es una de las grandes diferencias entre la sofrología y la meditación: en sofrología se prioriza el dinamismo del cuerpo para estar plenamente concentrado en nuestras sensaciones y en el presente.

-          Colócate de pie, con los brazos relajados a lo largo del cuerpo.

-        Inhala profundamente levantando los hombros hacia las orejas.

-          Aguanta la respiración unos segundos con los hombros levantados.

-         Exhala profundamente por la boca y de manera dinámica para liberar todo de una vez.

-          Repite varias veces.

Mi pequeño consejo adicional para este ejercicio es poner una intención en la exhalación. Por ejemplo: «Me libero de todos mis pensamientos negativos».

Ejercicio de visualización

3 – Un último consejo para llevar a cabo: la visualización.

¡Vamos a visualizar!

-          Siéntate cómodamente

-        Respira dejando que tu respiración se acomode de manera tranquila y natural

-          Dirige la atención hacia tu cabeza.

-          Visualiza tus pensamientos en el interior

-          Visualiza cómo se van apagando tus pensamientos poco a poco, se calman y se ralentizan.

-          Continúa durante algunos ciclos respiratorios.

Conclusión: las rumiaciones mentales no son una fatalidad; tienes un poder enorme e insospechado dentro de ti mismo para evitar que te invadan.

Confía en ti mismo, practica, habla, pero sobre todo, escúchate. En el fondo siempre sabes lo que es bueno para ti.

Ahora que sabes todo sobre la rumiación mental, descubre también nuestro artículo: Dejar el pasado en el pasado

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