¿Cómo manejar mi ciclo menstrual y aprender a observarlo?
Método sintotérmico y fertilidad: ¿dónde estoy en mi ciclo menstrual?
¿Qué es el método sintotérmico? La sintotermia es un método de observación del ciclo menstrual y de control de la natalidad basado en diversos indicadores como el moco cervical, el cuello uterino y la temperatura.
¿Cómo utilizar el método sintotérmico? Lo primero que debes saber antes de empezar el seguimiento del ciclo menstrual es que no podrás hacerlo si tomas hormonas sintéticas. Esto significa que, si estás tomando la píldora anticonceptiva, tienes un implante hormonal, un parche o un DIU, no será posible observar el ciclo de esta manera, ya que no es un ciclo “natural”. Entonces, ¿cómo puedo llevar el control de mi ciclo menstrual?
«NO CUENTES LOS DÍAS. HAZ QUE LOS DÍAS CUENTEN»
Muhammad Ali
Control del ciclo menstrual
Observar tu ciclo menstrual mediante el método sintotermal quiere decir que intentamos obtener toda la información que podamos (síntomas) que, si los ponemos en común, nos permitirá deducir bastantes cosas, y, sobre todo, seguir tu calendario menstrual.
La observación del ciclo menstrual también es una forma de que cada mujer se mantenga en sintonía con lo que siente, lo que necesita y lo que desea en cada momento. Porque observar el ciclo no solo sirve para planificar un embarazo o como método anticonceptivo. Nos permite ir más allá y comprender necesidades que, de otro modo, podríamos ignorar.
Recuerda que podemos dividir el ciclo en cuatro fases principales:
1. La menstruación, también conocida como regla.
2. La fase preovulatoria, también conocida como fase folicular.
3. La ovulación (solo dura 24 horas).
4. La fase postovulatoria, también conocida como fase lútea.
Tenemos cuatro hormonas principales que nos dan indicaciones palpables cuando nos sacan sangre y/o cuando observamos el ciclo:
- LH y FSH, que provienen del cerebro.
- Progesterona y estrógeno, segregados por los ovarios.
¿Cómo funciona el método sintotérmico? Observaremos varios síntomas a lo largo de cada fase:
Moco cervical (substancia blanca y viscosa) / sensación o textura: consistencia, vulva seca/húmeda, etc.
Cuello uterino: abierto, cerrado, alto, bajo. Un cuello uterino duro y bajo se puede tocar fácilmente con los dedos, mientras que durante el periodo ovulatorio está alto y blando, y no es tan fácil de tocar.
Temperatura basal (la temperatura del cuerpo al despertar, antes de levantarse). Debe medirse por vía oral, vaginal o anal después de 5 horas de sueño, y todos los días a la misma hora.
La menstruación, el periodo no fértil del ciclo.
La observamos en la compresa, en las bragas menstruales, tampón o cualquier otro método.
La llegada de la regla marca el inicio de un nuevo ciclo.
La cantidad de sangre y la duración de la regla nos puede dar información sobre el nivel de estrógeno y progesterona. Es importante controlar la abundancia y la duración de la regla para detectar cualquier desequilibrio hormonal. Si la regla es muy abundante, el cuerpo produce menos progesterona y hay un exceso de estrógeno. Y a la inversa, si la regla es escasa, el cuerpo produce menos estrógeno y provoca un desequilibrio.
El color: ¿La sangre es roja? ¿Tirando a negra? … Por norma general, el color al principio de la menstruación cambia de rojo claro, cuando el flujo es abundante, a rojo oscuro hacia el final de la regla.
La consistencia: ¿Hay coágulos? ¿Se forman hilos? ¿Otra cosa que llame tu atención? Se trata de observar cómo es tu menstruación normalmente para poder detectar un cambio brusco en su consistencia.
La temperatura corporal basal desciende bruscamente. Es tan baja porque las dos hormonas principales están bajas. Permanece así hasta la ovulación.
Cuello uterino: bajo y ligeramente abierto para permitir que fluya la sangre.
Nota: no existe una temperatura estándar, ya que varía de una mujer a otra, pero es importante poder medirla con un termómetro de dos decimales nada más te levantes por la mañana.
Bajo nivel de estrógenos = la temperatura es baja.
Bajo nivel de progesterona = la temperatura sube.
Fase preovulatoria
Observaremos lo que conocemos como moco cervical, la sensación y la temperatura basal. Lo haremos cada vez que vayamos al baño a lo largo del día y lo observamos en el papel higiénico antes de hacer tus necesidades.
El moco cervical es segregado por el cuello uterino a lo largo de todo el ciclo, y se puede observar durante este. Su consistencia varía a medida que aumentan los niveles hormonales. Básicamente, tras la menstruación, cuando los niveles de estrógenos son bajos 🡪 el moco es pastoso, un poco como el hummus. Luego, a medida que los niveles de estrógenos aumentan, se vuelve más cremoso.
Las sensaciones en la vulva también cambian, con una sensación de sequedad al principio, y poco a poco más húmeda.
La temperatura basal se mantiene baja por los estrógenos.
Cuello uterino: se abre y se eleva.
Una vez que hay suficiente estrógeno en el cuerpo, ya puede producirse la ovulación gracias al pico de LH (la otra hormona enviada por el cerebro para provocar la ovulación).
La fase ovulatoria, el periodo fértil.
Se observa igual que en la fase preovulatoria.
Moco cervical: parece clara de huevo o aloe vera.
Estás muy lubricada, como si fuera líquido.
La temperatura basal: bajará justo antes de la primera subida de temperatura.
Cuello uterino: muy abierto y alto.
Fase postovulatoria.
Se observa del mismo modo que la fase preovulatoria y la ovulatoria.
Tras la ovulación, el folículo que contiene nuestro óvulo comienza a segregar la segunda hormona del ciclo, la progesterona.
El objetivo de la progesterona es mantener el embrión implantado en la pared uterina. En ese momento, el cerebro considera que ha habido una fecundación (¡aunque no haya habido una!).
En cuanto a la mucosidad y la textura, ya no necesitamos retener a los espermatozoides con el moco, ya que la ovulación ha pasado.
Por eso el moco se vuelve más seco y áspero, e incluso desaparece.
La vulva también se mantiene más seca.
La temperatura basal aumenta, lo que permite comprobar (gracias al moco y a la sequedad), que se ha producido la ovulación con éxito.
Cuello uterino: bajo y cerrado.
Podemos concluir diciendo que los métodos de observación del ciclo, como el método sintotérmico, son una forma sencilla para saber en qué momento del ciclo nos encontramos, y también para comprender nuestros cambios de humor.
Se puede poner en práctica a cualquier edad, siempre que se esté ovulando. Se tarda un máximo de cinco minutos al día y nos permite comprender con exactitud nuestras fluctuaciones hormonales en un momento dado.
PD: Bajo ningún concepto se debe utilizar la observación como un método anticonceptivo. Para ello, deberás formarte sobre el método sintotérmico.
Recuerda revisar tu bandeja de Spam y asegúrate de que recibes las novedades Potoroze más top. No olvides añadir nuestro correo a tus direcciones favoritas.