Epigenética: ¿cómo activar genes para cambiar tu destino?

¿Qué es la epigenética y para qué sirve? ¿Cómo activar y desactivar genes?

Imagina que puedes influenciar la genética de tu cuerpo para que este sea más vibrante y tu vida más sana. Esto es lo que consigue la epigenética, la ciencia de los cambios genéticos que no alteran el ADN. ¿Qué son los cambios epigenéticos? En este artículo vamos a profundizar en este fascinante campo, que muestra cómo las elecciones que tomamos en cuanto a nuestro estilo de vida y nuestro entorno influyen en nuestro bienestar. No cambiamos nuestro ADN, lo que conseguimos es «activarlo» para mejorar nuestra salud y disfrutar de una vida más plena.

Comprender la epigenética para transformar tu vida y cambiar tu destino

¿Cómo funciona la epigenética? La epigenética es el estudio de los cambios en la actividad de los genes sin alterar la secuencia del ADN, pero que afectan a la forma en que estos se expresan, influyendo así en el desarrollo y la salud de un organismo.

Dicho de otra forma: ¿cómo influye la vida que llevamos en cómo reacciona y, por tanto, en cómo se expresa nuestro ADN? O dicho de otro modo: ¿Cómo nos afecta la forma en que vivimos nuestra propia vida? ¿Cómo nos afecta la forma en la que vivimos nuestra propia vida? ¿Cómo influir en nuestra genética?¿Qué causa los cambios epigenéticos? ¿Qué hacemos a diario que puede activar o desactivar los genes?

Estas influencias proceden de diversos factores, como la dieta, el estilo de vida, el estrés, la exposición a toxinas e incluso nuestros pensamientos y emociones. Todo esto modifica una capa química llamada epigenoma, que se encuentra sobre el ADN. Es la encargada de controlar cómo se activan o desactivan los genes en el organismo, influyendo en su desarrollo y respuesta al entorno.

Estas influencias proceden de diversos factores, como la dieta, el estilo de vida, el estrés, la exposición a toxinas e incluso nuestros pensamientos y emociones. Todo esto modifica una capa química llamada epigenoma, que se encuentra sobre el ADN. Es la encargada de controlar cómo se activan o desactivan los genes en el organismo, influyendo en su desarrollo y respuesta al entorno.

Para entenderlo mejor, imaginemos que nuestro ADN es un libro de recetas. La epigenética se centra en las anotaciones realizadas en este libro, en las que se indica qué recetas (genes) deben utilizarse. Estas anotaciones, que se ven influidas por la dieta, el estilo de vida, el estrés, las toxinas e incluso nuestras emociones, determinan cómo se expresa nuestra genética. Comprender este proceso es el primer paso para que puedas influir en tu bienestar.

¿Qué factores pueden influir sobre nuestros genes?

1: Nuestra dieta

Una de las vías más deliciosas para la transformación epigenética es revisar nuestra dieta.
Considera que alimentos como el brócoli, las bayas, las especias o los omega-3 son «superingredientes» que pueden modificar los marcadores epigenéticos para activar genes que favorecen una buena salud. Por el contrario, los alimentos ricos en azúcares añadidos y grasas saturadas pueden desencadenar anotaciones desfavorables.

Es una invitación a descubrir recetas saludables que aumentarán tu bienestar. Aquí te sugerimos 3 ideas de recetas fáciles y saludables.

2: Nuestro estilo de vida

Además de la dieta, otros aspectos de nuestro estilo de vida pueden desempeñar un papel crucial en la modulación de nuestro epigenoma. Practicar ejercicio con regularidad, por ejemplo, se ha asociado a cambios epigenéticos positivos, mejora la salud cardiovascular y ayuda a controlar el peso. También pueden contribuir a un epigenoma más sano, una buena gestión del estrés, meditar y que tu sueño sea calidad. Si tomas medidas para reducir el estrés en tu vida y adoptas buenos hábitos de sueño, puedes activar genes relacionados con la resistencia y la vitalidad. Puedes activar genes relacionados con la regeneración celular, la memoria y la concentración.

3: Nuestro entorno

Nuestro entorno también puede influir en nuestro epigenoma. La exposición a toxinas, como pueden ser las sustancias químicas presentes en el aire y el agua, puede provocar cambios epigenéticos no deseados. Es fundamental reducir la exposición a estas toxinas eligiendo productos naturales y limitando el uso de sustancias químicas nocivas. Además, las investigaciones sugieren que determinados antioxidantes y nutrientes, como puede ser el resveratrol, ayudan a proteger el ADN de posibles daños epigenéticos causados por las toxinas.

El resveratrol es un compuesto químico natural que encontramos en algunas plantas, en concreto en la piel de las uvas rojas, los frutos secos y el vino tinto. Es famoso por sus propiedades antioxidantes. El resveratrol despierta un gran interés por sus probables efectos beneficiosos para la salud, como su posible papel en la prevención de ciertos tipos de cáncer. Se siguen realizando investigaciones científicas y debates en torno a estos posibles beneficios.

4: Nuestro entorno y las relaciones sociales

La epigenética social es un campo de investigación interdisciplinar en el que se estudia cómo las interacciones sociales y ambientales pueden influir en cómo se expresan los genes y afectar a la salud, el comportamiento y el estado de las personas.

Imaginemos el impacto del estrés en nuestros cuerpos y mentes. Cuando hacemos frente a situaciones estresantes, nuestro cuerpo reacciona de una manera espectacular, una cascada de respuestas biológicas se desencadenan. Y aún más fascinante, el estrés puede dejar su huella incluso en nuestro ADN. Diversos estudios han demostrado que el estrés crónico puede provocar cambios epigenéticos, aumentando con ello la vulnerabilidad a una serie de afecciones, en concreto enfermedades cardíacas y diabetes.

Pero la epigenética social no se limita al estrés. También explora cómo la exposición a la violencia puede moldear nuestros genes, influyendo en cómo reaccionamos a los traumas. Los investigadores centran sus esfuerzos en comprender cómo el acceso a la educación, factor clave de la emancipación individual, puede marcar el ADN y determinar qué oportunidades tendremos en el futuro.

Pertenecer a un determinado grupo social, ya sea nuestro círculo de amigos íntimos, nuestra familia o comunidades más amplias, es un factor determinante que influye profundamente en nuestro bienestar. Estos lazos sociales, amistades y relaciones familiares no son meros elementos de nuestra vida social, sino que son parte de nuestra propia composición genética.

Pero, ¿cómo influyen estos vínculos sociales a nuestros genes?

Las interacciones sociales positivas, como el apoyo emocional, la solidaridad y el amor, pueden liberar hormonas como la oxitocina, denominada habitualmente «hormona del apego» u «hormona del amor». Estas señales químicas juegan un papel clave en el refuerzo de los vínculos sociales y pueden afectar a la regulación de genes relacionados con el estrés y la respuesta inmune. En otras palabras, unas relaciones sociales sanas pueden reducir nuestra reactividad al estrés y reforzar nuestro sistema inmune, contribuyendo así a una mejor salud física y mental.

Por otro lado, los vínculos sociales negativos, por ejemplo el estrés debido a los conflictos familiares o las relaciones tensas, también pueden afectar a nuestros genes. Estas interacciones difíciles que provocan estrés crónico también pueden provocar cambios epigenéticos que aumentan la vulnerabilidad a diversas afecciones, como pueden ser la depresión o las enfermedades cardiovasculares.

Nuestras relaciones sociales no son sólo una parte emocional y psicológica de nuestras vidas, también tienen un efecto tangible en nuestra biología. Nuestros genes son sensibles a la calidad de nuestras interacciones sociales, lo que nos recuerda que es fundamental cultivar vínculos sociales positivos para nuestro bienestar general. En definitiva, la influencia de los vínculos sociales en nuestros genes es un fascinante campo de investigación que muestra hasta qué punto se vinculan las relaciones humanas que establecemos con nuestra salud física y mental.

Epigenética y memoria celular

¿Qué papel desempeña la epigenética en la codificación de nuestra memoria celular?

Al hablar de memoria celular, nos referimos al proceso por el que las células «recuerdan» experiencias anteriores y su función, lo que repercute en cómo se comportan y responden a las señales de su entorno.

La epigenética está relacionada con la codificación de la memoria celular:

Durante el desarrollo embrionario, las células se especializan para desempeñar funciones específicas en el cuerpo. Los cambios epigenéticos determinan qué genes se expresan en cada tipo de célula, lo que ayuda a que se les asigne una función.

Las células pueden «memorizar» experiencias pasadas. Por ejemplo, las células inmunes pueden recordar haber estado expuestas con anterioridad a un agente patógeno, lo que las hace más reactivas en caso de reinfección.

Esta memoria celular puede también hacer referencia a experiencias codificadas de nuestra vida desde que nacemos hasta la actualidad. Cómo actuamos o reaccionamos ante determinados acontecimientos depende de las estrategias que ponemos en marcha a lo largo de nuestra vida, en función de nuestras experiencias y de la información codificada en nuestras células. Esta memoria es la causante de nuestro condicionamiento actual.

¿Y por qué no? La epigenética está estrechamente ligada a la codificación de la memoria celular. Si podemos modificar esta memoria celular con cambios en nuestro estilo de vida, ¿no podemos modificar también nuestros condicionamientos y, por tanto, nuestra forma de vivir la vida? ¿Sería posible activar o desactivar un tipo u otro de información codificada en nuestras células? La epigenética abre una amplia puerta a la transformación de nuestra memoria celular. Es un tema fascinante que merece la pena seguir…