La respiración como técnica para reducir la ansiedad y el estrés 

¿Qué es el estrés y cómo saber si tengo estrés?

Para combatir al enemigo con mayor eficacia, es importante conocerlo bien.
El estrés es generado por una situación que nosotros consideramos incierta, que provoca síntomas físicos y psicológicos (visión borrosa, zumbido de oídos, aceleración del ritmo cardiaco, sudoración, pensamientos negativos, llanto, shock, etc.).
El estrés es el resultado de una situación. Es un estado de alerta, una especie de gran sirena roja que empieza a sonar con fuerza y a parpadear en nuestro interior, gritando “INSEGURIDAD”.
El estrés no es tanto un enemigo, es más una señal indicando que ha llegado el momento de tomar medidas para reducir tu estado de inseguridad interna.
Es como si se produjera un incendio en una sala de reuniones y todo el mundo empezara a correr en todas direcciones: es la anarquía. El cuerpo empieza a segregar hormonas como el cortisol y la adrenalina. Y la alarma del “estrés” se dispara, desencadenando los síntomas físicos que te mencione anteriormente.
Como cualquier incendio, el objetivo es apagarlo, y para ello llamamos a los bomberos.
Y los bomberos son el equipo de intervención: ¡Respiración consciente!

¿Qué es la respiración consciente y sus beneficios?

La respiración consciente en respuesta al estrés: ¿cómo se hace la respiración consciente?
Primero que todo deberá recuperar la calma o recuperar tu consciencia significa volver a controlar sus sensaciones.
Ahora que sabes cómo escuchar la alarma, es decir, reconocer las señales de estrés, puedes empezar a actuar.
La respiración consciente es aquella que diriges para calmar tu estado interno. Ayuda a canalizar el sistema nervioso, ralentizar el ritmo cardiaco, reoxigenar el cuerpo, etc.

¿Cómo practicar la respiración consciente?

Pongámoslo en práctica y descubre cómo la respiración se convierte en una excelente forma de combatir el estrés:

Lo primero que hay que hacer en sofrología, cuando se trabaja con problemas relacionados con el estrés, es pensar en términos de «ANCLAJE».
Ya sea estar sentado en una silla, en un coche estacionada o simplemente de pie, la idea es cerrar los ojos y tomarse unos segundos para sentir el contacto de los pies con el suelo, tu anclaje.
Coloca una mano en el estómago y otra en el pecho.
Inhala profundamente
Luego exhala profundamente, vaciando todo el aire del interior.
A continuación, el ejercicio consiste en: :
-INHALE: infla el estómago, siente cómo sube tu mano, luego el pecho y siente cómo sube tu mano
-EXHALE: siente cómo la mano de en tu pecho baja y luego cómo tu estómago se deshincha contra tu mano

La idea es hacer esta respiración durante 2 a 5 minutos a tu propio ritmo. Lo importante es ser consciente de la respiración. Concéntrate en las sensaciones del aire que fluye por tu cuerpo y en los movimientos de vaivén de tu respiración.

Esta respiración consciente calma de forma natural tu estado interior, regulando los latidos del corazón, aportando oxígeno y restableciendo el equilibrio mental.
Consejos de sofrología:
Puedes hacer este ejercicio con regularidad, 3 o 4 veces al día, para obtener mejores resultados.
¡Encuentra tus momentos! Por la mañana, mientras esperas a que se caliente el agua del té, durante la pausa para comer o incluso por la noche, antes de acostarte: solamente necesitas unos minutos.
No olvides que lo más importante en sofrología es la práctica constante.

La respiración consciente es un gran aliado para tu equilibrio emocional y mental.

Si quieres ir un poco más allá:
Observa las situaciones potencialmente “problemáticas” para ti. Esta observación te permitirá prevenir la aparición del estrés y el malestar que se genera.

El camino hacia el autoconocimiento es increíble. Confía en ti mismo.

Ahora que ya sabes cómo practicar la respiración en sofrología, si quieres vivir en plena conciencia, consulta nuestro artículo sobre cómo practicar el mindfulness a diario.