Power nap: ¿cómo funciona?
Los beneficios de las siestas cortas o power nap en el cuerpo y la mente para recargar las pilas
El cansancio, ¡qué pesadilla! Dependiendo de cada persona, las causas del cansancio son diferentes: pueden ser las interminables jornadas laborales, los afterwork, las cenas con amigos, los bebés que aún no duermen toda la noche o incluso las sesiones de Netflix que se alargan (un hábito muy malo). A menudo, no dormimos las horas recomendadas, que para un adulto son entre 7 y 9 horas por noche.
La solución más lógica sería cambiar nuestras rutinas y adoptar hábitos más saludables para dormir mejor por la noche (consulta nuestro artículo sobre cómo conciliar el sueño en 5 minutos).
Pero a veces esto simplemente no es posible, o simplemente pasamos por periodos en los que estamos más cansados. Aquí es donde la práctica diaria de la «Power Nap», concediéndote unos minutos de micro-siesta entre la una y las tres de la tarde, puede aportar beneficios insospechados. ¿Cómo se hace una «Power Nap» o siesta reparadora?
¿Qué es el power napping?
El power napping no es nada nuevo. Teorizada en 1998 por James Maas, profesor de la Universidad de Cornell y especialista en la relación entre sueño y rendimiento, la siesta energética es una forma breve (no más de 20 minutos) pero extremadamente eficaz de recargar las pilas. También se conoce como «siesta energizante» o «siesta parking», porque puede hacerse incluso en el coche, sin necesidad de cama.
Lo ideal es que encuentres un lugar tranquilo y oscuro. Si esto no es posible, unos tapones para los oídos y un antifaz para dormir serán tus mejores aliados para aislarte de las distracciones externas.
Cada vez son más las empresas que adoptan este enfoque habilitando zonas especialmente diseñadas para que sus empleados descansen, porque, como habrás comprobado, la «Power Nap» aumenta la productividad y la concentración, entre otras cosas.
De hecho, la NASA lo demostró en un estudio en 2015: veinte minutos de siesta pueden mejorar la productividad en un 35%.
Ya sea para ayudarte a rendir mejor en el trabajo o en tu vida personal, las siestas rápidas tienen muchos beneficios para la vida cotidiana.
Los beneficios de las power nap y por qué hacerlas parte de nuestra rutina diaria
Así que probablemente te estés preguntando: ¿es bueno echarse una siesta de 20 minutos? La respuesta es ¡sí! Y aquí tienes los beneficios de una siesta reparadora:
– Recuperar la energía y el tono
– Reducción del estrés
– Refuerzo del sistema inmunitario
– Aumento de la relajación
– Mayor motivación
– Aumenta la productividad, la concentración y la creatividad
– Facilidad para encontrar soluciones
– Mayor claridad mental
¿Cómo hacer las micro-siestas o siestas energizantes?
Te aconsejamos encarecidamente que los incorpores a tu rutina diaria, tanto si trabajas en una oficina como desde casa. A algunas personas les resulta más difícil conciliar el sueño rápidamente, pero con un poco de práctica, todo el mundo puede beneficiarse. He aquí algunos puntos clave:
– La duración ideal es de entre 15 y 20 minutos como máximo: la idea no es caer en un sueño profundo, sino permanecer en un sueño ligero.
– El momento posterior a la comida suele ser el mejor para aprovechar el famoso «bajón de energía» que suele producirse después de comer.
– Utiliza tapones para los oídos y un antifaz para dormir para aislarte.
– Pon un despertador.
– Relájate controlando la respiración.
– Relaja los músculos.
– Adopta una postura cómoda: sofá, silla reclinable o alfombra; no hace falta que estés tumbado en una cama.
¡Tu boost de energía! ¡Se acabó el cansancio! Cuéntanos tu experiencia con la Power Nap.
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