Los numerosos beneficios de la meditación para tu salud
¿Qué es y para qué sirve la meditación diaria?
Hoy en día, cuando hablamos de meditación, solemos referirnos a la práctica de la atención plena.
Definición y origen: ¿en qué consiste la meditación?
Hoy en día, cuando hablamos de meditación, solemos referirnos a la práctica de la atención plena. Procedente del inglés “mindfulness”, la atención plena es una práctica de meditación que tiene su origen en el budismo, y que fue secularizada a finales de los años 70 gracias a un médico estadounidense, el Dr. Jon Kabat-Zinn. Este médico creó el primer ciclo de reducción del estrés a través de la meditación llamada MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction Program). Primero fue testado en hospitales, y después se abrió al público en general. Este programa, cuyos beneficios se han demostrado científicamente, marcó el inicio de la democratización de esta práctica en occidente.
Desde entonces, la meditación mindfulness se ha convertido en un fenómeno de moda. Se puede practicar en casi cualquier lugar, a través de aplicaciones, estudios de meditación, ciclos y cursos de formación. Así que hoy vamos a descubrir qué es meditar y cómo se hace.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación?
La meditación consciente tiene tres grandes beneficios comprobados científicamente: la reducción del estrés, la regulación de las emociones y la mejora de la calidad de la memoria, la concentración y el sueño.
¿Para qué sirve la meditación y cómo afecta a nuestro sistema nervioso? El sistema nervioso autónomo de nuestro cerebro se divide en dos partes, el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. El sistema nervioso simpático ayuda a nuestro cuerpo a responder a una amenaza percibida, mientras que el sistema nervioso parasimpático ayuda a nuestro cuerpo a volver a la calma.
Practicar la meditación estimula nuestro sistema nervioso parasimpático y, por tanto, activa funciones como la digestión, y ralentiza el ritmo cardíaco, lo que también nos ayuda a dormir mejor.
A nivel cerebral, meditar nos ayuda a afrontar mejor cualquier situación estresante. Nos ayuda a respetar nuestras emociones, aceptando las sensaciones físicas y controlando nuestras reacciones emocionales, prácticamente animales. Los investigadores han observado un aumento de la masa gris del cerebro en el córtex del cíngulo anterior (responsable del control de la atención), así como en el hipocampo, la amígdala y el córtex prefrontal, que controlan respectivamente la memoria, el control emocional y la toma de decisiones. La meditación también ayuda a reducir la percepción del dolor.
¿Cómo se puede empezar a meditar? Las claves para aprovechar todos sus beneficios
Medita con regularidad y, si es posible, a diario. La investigación científica nos demuestra que practicar meditación es eficaz a partir de diez minutos diarios. ¿Y si intentas dedicarle unos minutos antes de lavarte los dientes por la mañana o por la noche?
Hay que tener en cuenta que es una herramienta preventiva y no una cura milagrosa. La meditación, si se aplica de forma general y a partir de una edad temprana, ayuda, entre otras cosas, a cuidar la salud mental y a reducir el riesgo de agotamiento y de depresión.
¿Cómo aprender a meditar?
La meditación puede practicarse sentado (la postura más tradicional), de pie o incluso caminando. Aunque también puede practicarse de manera informal en forma de actividades, como comer con atención plena, escuchar música, pintar con atención plena, etc.
No existe una única definición de meditación, pero una de las mejores formas de definirla es que es un ejercicio de la mente. Cuando meditas, no te deshaces de tus pensamientos, sino que te enfrentas a ellos. Aprendes a identificar qué tipo de pensamiento estás experimentando e intentas devolver tu atención al presente una y otra vez.
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