MAMÁ, PAPÁ, SOY GAY
Salir del armario en 2020.
Para tí que has aterrizado en este post, ya seas heterosexual, homosexual o lo que quieras ser, si estás aquí es porque tienes preguntas. No estamos aquí para responderlas (¡espera! no te vayas), estamos aquí, principalmente, para darte algunas pistas y consejos desde nuestra propia experiencia.
«Mamá, papá, soy gay» es una frase bien corta y sencilla pero sus repercusiones son inmensas.
Entonces, hoy mismo podríamos cuestionarnos todo esto. Porque depués del año 2020 que hemos pasado, parece que algunas actitudes han cambiado. Hemos evolucionado si, pero no lo suficiente. Pero, ¿realmente importa a quien amamos? ¿No hay aspectos o problemas en el mundo que tengan una mayor importancia? El calentamiendo global, el hambre en el mundo… La respuesta a mi primera pregunta, lamentablemente, suele ser «Sí». Lo que hace que esta declaración tan meditada, no siempre salga según lo planeado. Por eso, os dejo en este post algunos consejos para sobrevivir a la situcación.
El proceso de la A a la Z
La preparación psicológica :
Tranquila, no vamos a hablar de una larga terapia. La clave es dejar de azotarte mentalmente y pensar que todo el mundo está en contra tuya. Debes tener claro que ser homosexual no es una elección. No te despiertas una mañana y dices «oye, parece que hoy me gustan las chicas». De echo es lo mismo que ser heterosexual pero para ellos, simplemente, la pregunta nunca llega a surgir. El ideal masculino/femenino se basa en la reproducción como especie animal y la gente lo llama «norma». Pero, ¿realmente estamos en el planeta tierra única y exclusivamente para reproducirnos? Partiendo de esa base y teniendo en cuenta que no se trata de una elección, tenemos que aceptarlo y sobre todo, vivirlo. Os advierto de inmediato que esta frase es la más importante de mi discurso: no hay nada peor que interpretar un papel que te impida ser tú misma. Con ello, es nuestro bienestar psicológico y emocional el que se desmorona por completo.
Así que dejemos a un lado la negatividad y dejemos de pensar «¿Y si pierdo a mi familia o amigos?» Graba a fuego en tu mente que el amor verdadero es incondicional y que si tu condición ahuyenta a esa gente que te quería, te quitaste de encima un problema. Además, ¿realmente queremos tener a gente con esas mentes tan cerradas a nuestro alrededor? No queremos más miedos: «tengo miedo. Miedo a estar sola. Miedo a decirlo.» Tienes a toda una comunidad esperándote. No dudes unirte a ella ¡salta con ambos pies! No tiene sentido presionarse a una misma y ponerse en lo peor porque, al final, puede que te sorprendas y te des cuenta de que no estás tan sola como creías.
La declaración:
Te digo de primeras que el momento idóneo para ello no existe. No se puede calcular ya que cuando decidimos vivir plenamente como somos, surge de manera totalmente natural. Lo digas en persona, por carta (¡si! la vieja escuela no ha dicho su última palabra) o por mensaje, tan solo tienes que decir lo que realmente sientes. Tampoco es necesario gritarlo a los cuatro vientos de buenas a primeras, puedes empezar por contárselo a alguien de tu confianza. Te ayudará a meterte en situación poco a poco.
Después del primer paso y de forma paulatina, puedes ir ampliando tu círculo de confianza. Obviamente, encontrar las palabras adecuadas no resulta nada fácil. Para algunas personas, una conversación de tú a tú, no es la mejor opción. Pero incluso si te decantas por ir dejando pistas o insinuaciones, una buena charla de toda la vida ¡será lo más beneficioso para tí! Es importante que tus seres queridos sepan que eres feliz y estás satisfecha con tu vida. Así como también debes estar dispuesta a responder a todas sus dudas o preguntas.
Es importante que tus seres queridos sepan que eres feliz y estás satisfecha con tu vida.
Y después?
Siempre habrá dudas, preguntas y malos entendidos y es que, ¡no vivimos en el mundo de los osos amorosos! «¿No será algo temporal?» «¿Desde cuándo te ocurre esto?» «¿Has tenido alguna experiencia?» Entonces, aunque en nuestra cabeza sea algo que está muy claro y es completamente natural, debemos mostrar paciencia y comprensión hacia nuestros seres queridos. Se trata de respeto y comprensión hacia ambos sentidos. Es probable que algunas personas necesiten algo de tiempo para adaptarse a la «situación», tiempo para hacerse a la idea y, en algunos casos, para digerir la noticia.
La comunicación es esencial. Si sientes que tus seres queridos no son muy receptivos, no dudes en tomar la iniciativa y exponer tus sentimientos. Sobre todo, debes restar importancia al drama, porque en realidad no hay nada tan serio en todo este asunto. ¿Qué cambia realmente para aquellos que nos rodean y para el resto del mundo? ¡Nada en absoluto! Y no, amar a alguien de tu mismo sexo no traerá el fin del mundo ni la ira de Dios sobre ti ¡Que no cunda el pánico! Finalmente, cuando tus seres queridos entiendan que podemos casarnos y tener hijos sin problema también, todo estará 100% bien.
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