¿Por qué y cómo se estimula el metabolismo?
Qué es el metabolismo y cómo activarlo
“Metabolismo lento”, “estimula tu metabolismo”…
Términos que oímos y leemos por todas partes, ¡sin saber realmente su significado!
Sin embargo, el metabolismo es el motor energético de nuestro cuerpo.
¿Cuál es la función del metabolismo? Garantizar el buen funcionamiento del organismo, aportar la energía necesaria para la actividad celular, contribuir al crecimiento, la reparación y regulación de diversas funciones fisiológicas. Es una fundamental para nuestra la vida y salud, e influye significativamente en nuestro bienestar diario.
Como parte de un estilo de vida saludable, es importante entender su papel y cómo estimularlo a diario evitando los tan conocidos “trastornos”. Por tanto, ¿cómo equilibrar el metabolismo?
¿Qué es el metabolismo?
El metabolismo actúa como un transformador de energía. En resumen, transforma los nutrientes de los alimentos en la energía que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente.
Se divide en dos fases: anabolismo y catabolismo.
El anabolismo es el proceso de construcción, en el cual se sintetizan moléculas complejas a partir de sustancias más simples. Este proceso requiere energía, pero es absolutamente esencial para nuestro crecimiento, la reparación de nuestros tejidos y la formación de nuevas células.
Por otro lado, el catabolismo descompone moléculas complejas para liberar energía. Este proceso nos proporciona la energía que necesitamos para que nuestro organismo funcione como es debido en el día a día. Equilibrar tu metabolismo permite que estas dos fases funcionen adecuadamente.
Síntomas de un metabolismo lento
El término «metabolismo lento» se refiere a la tasa metabólica basal.
El metabolismo basal es la cantidad mínima de energía necesaria para mantener las funciones básicas del organismo en reposo: la respiración, la circulación sanguínea, la regulación de la temperatura corporal y el funcionamiento de los órganos vitales.
Si la tasa metabólica basal tiene un ritmo relativamente bajo, significa que el organismo quema calorías a un ritmo más lento de lo normal.
Y esto puede generar una serie de inconvenientes. Estos son los signos más visibles de un metabolismo lento:
Dificultad para perder peso
El organismo quema menos calorías, almacenándolas en lugar de quemarlas para producir energía. Como resultado, las calorías que no se “eliminan”, generan un aumento de peso.
Cansancio continuo
A medida que el cuerpo almacena calorías en lugar de quemarlas para producir energía, la energía disponible se vuelve cada vez más escasa. De esta forma, provoca un cansancio constante, aunque se descanse lo debido.
Problemas digestivos
Un metabolismo lento puede dificultar la digestión, causar problemas digestivos recurrentes como sensación de hinchazón, estreñimiento o indigestión regular.
Mayor sensibilidad al frío
Cuando nuestro metabolismo se ralentiza, afecta a la capacidad de nuestro cuerpo para mantener una temperatura corporal estable. Como consecuencia, tendemos a sentir frío de forma habitual en situaciones en las que la temperatura ambiente es perfectamente normal.
De dónde la importancia de equilibrar tu metabolismo
¿Por qué estimularlo y equilibrarlo?
“Estimular tu metabolismo” o “Equilibrar tu metabolismo” significa estimular y optimizar el metabolismo del organismo para restablecer el equilibrio de los procesos metabólicos (anabolismo y catabolismo) y fomentar un uso más eficiente de la energía.
¿Por qué es tan importante? Primero, porque un metabolismo óptimo ayuda a prevenir problemas de salud generados por un metabolismo lento, como la diabetes de tipo 2 o los diversos trastornos metabólicos mencionados anteriormente.
Segundo, porque este impulso metabólico te devolverá la vitalidad, ya que un metabolismo activo significa una continua liberación de energía.
Y por último, porque impulsarás la quema de grasas y calorías, lo que conducirá a una pérdida de peso más eficaz. También recuperarás una digestión adecuada, lo que permitirá al organismo absorber y utilizar eficazmente los nutrientes esenciales.
¿Cómo se estimula el metabolismo?
Un metabolismo equilibrado suele ser el resultado de un estilo de vida saludable. Te presentamos algunas reglas que hay que seguir a diario para cuidarlo.
Seguir una dieta realmente equilibrada
Cuando no comemos lo suficiente, el cuerpo percibe la falta de alimentos como una señal de escasez, por lo que se pone en modo “ahorro de energía”. Ralentiza el metabolismo para preservar las reservas de energía.
La restricción alimentaria puede afectar a la producción de hormonas tiroideas, lo que altera la regulación metabólica.
Cuando el organismo se siente con escasez de alimentos, se “estresa” y libera hormonas como el cortisol, que ayuda a conservar las reservas y ralentiza el metabolismo.
Aunque estos mecanismos naturales son útiles en contexto real de escasez alimenticia, estos no se adaptan a nuestro modo de vida moderno, en el que los alimentos son abundantes. Estos mecanismos naturales podrían acarrearte consecuencias perjudiciales a largo plazo.
Por lo tanto, debes comer en cantidades que correspondan con tu gasto energético. Mediante una dieta variada y centrada en alimentos ricos en proteínas (muy a menudo descuidado por las mujeres), hidratos de carbono complejos y grasas saludables para aportar los nutrientes esenciales al metabolismo.
Beber suficiente agua cada día
El agua desempeña un papel activo en las reacciones químicas metabólicas. Facilita el transporte de nutrientes, ayuda a la digestión y la absorción de nutrientes y contribuye a la eliminación de residuos metabólicos.
También es necesaria para la termorregulación del organismo y mantiene la saturación de agua celular, que mejora las condiciones de la actividad metabólica.
Hacer ejercicio regularmente
Principalmente realizar ejercicios de fortalecimiento muscular.
En general, el ejercicio estimula el metabolismo al aumentar el gasto energético durante su ejecución. El fortalecimiento muscular, por su parte, aumenta la masa muscular. Así que cuando haces ejercicio para desarrollar musculatura, la reparación y desarrollo de tus músculos generan un gasto energético, lo que se traduce en quema de calorías.
¡No es más que un círculo vicioso! Porque tener más musculatura significa quemar más calorías, ¡incluso cuando no haces nada! Ocurre debido a que los músculos están activos y necesitan energía para mantenerse en forma, lo que aumenta el metabolismo basal.
Por eso es esencial una dieta rica en proteínas: para evitar la pérdida de masa muscular.
Controlar el estrés y cuidar el sueño
El estrés constante puede aumentar el cortisol corporal (la hormona del estrés), lo que contribuye a ralentizar el metabolismo. Una buena gestión del estrés mantiene el equilibrio hormonal, favoreciendo a un metabolismo activo.
El sueño de calidad estimula el crecimiento muscular y regula las hormonas relacionadas con el apetito.
Además, estar menos estresado y dormir lo suficiente favorece a la elección de alimentos sanos y la motivación para la práctica regular de una actividad física.
Mis trucos naturales para mejorar el metabolismo
Suplementarse con vitaminas y minerales esenciales
Las vitaminas B:
Las vitaminas del grupo B, en particular B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12, son esenciales para el metabolismo energético. Están implicadas en la conversión de nutrientes en energía y en el apoyo a las funciones celulares. Un complejo B puede ayudar a optimizar estos procesos, especialmente durante periodos de estrés o dietas específicas (vegetariano, vegano, flexitariano…)
El magnesio:
El magnesio interviene en varias reacciones enzimáticas relacionadas con el metabolismo energético. Es fundamental para la producción de ATP, la principal fuente de energía celular. El magnesio favorece la calidad del sueño y la gestión del estrés. Se recomienda especialmente durante las estaciones de otoño e invierno.
La vitamina D:
La vitamina D interviene en la síntesis de hormonas que regulan el metabolismo, en particular las relacionadas con el control del peso. Se encuentra en los alimentos (frutas y verduras) y a través de los rayos de sol. Lamentablemente, alrededor del 50-70% de la población mundial padece carencia de vitamina D, lo que la convierte en un suplemento especialmente práctico en invierno.
Tener en cuenta las plantas adaptógenas
Las plantas adaptógenas son superhéroes que pueden ayudar a equilibrar el sistema hormonal adaptando su acción a las necesidades del organismo.
Como parte de un refuerzo metabólico, hay dos plantas adaptógenas que me parecen especialmente adecuadas:
El ginseng:
Especialmente el ginseng asiático se asocia a efectos beneficiosos sobre el sistema endocrino. Puede influir en la producción hormonal, incluidas las hormonas del estrés como el cortisol. Una mejor regulación del cortisol puede contribuir al equilibrio hormonal general. También estimula el metabolismo ayudando a convertir los nutrientes en energía, lo que puede contribuir a aumentar la tasa metabólica basal.
La rhodiola:
Esta planta es muy apreciada por sus propiedades antiestrés. Al reducir los efectos del estrés en el organismo, disminuye la liberación de cortisol en el cuerpo y contribuye al equilibrio hormonal. También mejora el rendimiento físico y favorece la resistencia a la aparición de la fatiga.
Por otra parte, influye en la regulación del apetito para evitar comer de más o de menos, lo que permite controlar mejor el peso.
Ahora que sabes todo lo que necesitas saber sobre cómo funciona y cómo se estimula el metabolismo, descubre cómo las emociones, en particular el estrés, ¡afectan al aparato digestivo!
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