¿Qué es el niño interior y cómo reconectar con él?
Dejar salir a su niño interior para llegar a nuestra alma verdadera
Volver a conectar con tu yo infantil puede ser una forma eficaz de recuperar el contacto con tu niño interior y entrar en contacto con lo más profundo de tu ser: tu alma.
¿Cómo reconectar con tu niño/a interior? Este planteamiento consiste en volver a vivir aspectos de tu infancia, explorar tus recuerdos, reavivar emociones reprimidas y redescubrir necesidades, percepciones, sueños, aperturas y cierres que se han ido apagando, dejando de lado u olvidando a lo largo de tu recorrido vital. Reconectando con esta parte de ti mismo, puedes acceder a una verdadera fuente de sabiduría, de alegría y autenticidad que reside en cada uno de nosotros. Por tanto, esta reconexión abre la puerta a una comprensión más profunda de tus propias instrucciones de uso y tu verdad interior, dándote valiosas pistas sobre lo que realmente hace vibrar.
Alejarse de tu niño interior puede hacerte sentir mal, desconectado o vacío por dentro. Como si faltara una parte de ti. Esta separación también puede empañar tu comprensión de la verdadera expresión de tu vida.
¿Qué es el niño interior?
El niño interior representa la esencia del ser que eras cuando naciste: puro, intacto y auténtico. Es la versión de ti mismo antes de que la vida y tus experiencias te transformaran en la persona adulta que eres hoy. El niño interior es aquella parte luminosa de tu ser más cercana a tu alma.
¿Cómo volver a conectar con mi niño interior?
Antes de pensar en reconectar con tu niño interior o liberarlo, es preciso encontrarlo. ¿Cómo puedes reconocer a tu niño interior? La clave está en redescubrir tu verdadero yo. ¿Y cómo? Atravesando la ventana de tu propia historia. Al reconectar con el niño que fuiste, recuperas esa parte de ti que tenía una visión y una percepción particulares de la vida y de lo que te rodeaba. La ingenuidad, la espontaneidad, la alegría, el brillo, la definición de ti más cercana a tu origen.
Diversas formas de conocer a tu niño interior:
Antes de sumergirte en esta reconexión, crea un espacio propio, lo más cómodo y agradable posible, donde te sientas a cómodo. Un lugar tranquilo. Busca una foto a una edad en la que tengas recuerdos de ti mismo.
Relaja el cuerpo y la mente con unas cuantas respiraciones. Imagínate retrocediendo en el tiempo, reviviendo recuerdos de tu infancia.
¿Qué significa para ti mirar una foto tuya de cuando eras niño? ¿Cómo se miran, qué oyen el uno del otro, qué ven el uno del otro, qué sienten el uno del otro, qué se dice el uno al otro?
Tómate tu tiempo para anotar las sensaciones o los diálogos, sin juzgar, solo observando, como si estuvieras recopilando información.
Y una vez que te sientas conectado, entabla un diálogo con “tu” niño. Puedes hacerlo en voz alta, mentalmente o por escrito. Hazte preguntas como:
¿Qué te hacía feliz?
¿De qué tenías miedo?
¿Cuáles eran tus sueños y aspiraciones?
¿Qué querías ser cuando fueras mayor?
¿Quién querías ser o a quien te querías parecer?
Estas preguntas te conectarán con lo que permanece grabado en ti, tu «tú» de niño, con el que ya convives de adulto. Es justo lo que llamamos el niño interior.
Crea un diario del niño interior
Ten un diario de tus sentimientos, emociones y pensamientos después de cada sesión contigo mismo. Dibuja o escribe historias desde el punto de vista de tu niño interior. Déjalo vivir para que puedas vibrar con el. Permítete sentir esta parte de ti que te acompañará en el camino hacia la reconexión con tu yo profundo y original.
Practica actividades infantiles
Sumérgete en las actividades que te gustaban de niño. Ya sea dibujar, jugar, leer cuentos o simplemente correr por el parque. Saltar en la cama, en los charcos, correr descalzo, bailar sin pensar y ¡explota de alegría! Estas actividades pueden despertar y revelar vínculos a tu yo profundo.
Escucha tus emociones: son los mensajes que necesitas percibir
Permanece atento a las emociones que surjan. Acógelas sin juzgarlas. ¿Qué siente este niño interior? ¿Qué necesita? ¿Qué quiere experimentar que nunca se ha atrevido a expresar o hacer realidad? ¿Qué se le ha impedido hacer o qué se ha prohibido a sí mismo que le gustaría manifestar hoy?
Trata de incorporar los deseos y necesidades de tu niño interior a tu vida adulta cotidiana. Esto podría significar tomarse tiempo para jugar, ser más espontáneo o explorar tus pasiones con el entusiasmo de un niño.
Si algún aspecto de tu vida te resulta especialmente difícil o traumático, no dudes en pedir ayuda para conocer y liberar a tu niño interior. Esa ayuda externa puede proporcionar un entorno seguro para explorar y liberar determinadas cicatrices.
El niño interior y la misión del alma
Reconectar con tu niño interior te ayuda a descubrir parte del camino de tu alma y los “pactos” que hiciste contigo mismo al principio de tu vida. Comprenderás mejor lo que es correcto, esforzarse y poner en marcha aquí y ahora.
El vínculo entre “tú” cuando eras niño y tu niño interior toca una parte de tu ser que se expresaba antes de la acumulación de todos los condicionamientos, creencias y comportamientos que has desarrollado para adaptarte, protegerte y sobrevivir. Dialogar con estos espacios de tu interior te enraíza con lo que has olvidado sobre tus orígenes, tus necesidades y tu ser.
Acercarte a tu niño interior es una puerta de entrada a tu alma, que te ayuda a redescubrir tu esencia y a sanar las heridas que te alejan de tu naturaleza libre para ser y crear tu vida como ella quiera. ¿Qué tiene que decirnos que estamos dispuestos a escuchar? Elecciones, caminos de vida, cambios, realineamientos, transformaciones de vida, reposicionamientos… todo lo que hemos dejado atrás puede ahora ser descubierto de nuevo para exprimirlo.
Cuando era pequeña, quería ser una fotógrafa aventurera, pero me dijeron que no era posible. Lo creí durante 35 años, pero entonces escuché a mi niña interior y encontré una felicidad oculta que estaba esperando brillar. ¿Y tú? ¿Qué parte de ti vas a rescatar? ¿No lo sabes o está en busca de algo concreto? ¡Pregúntaselo a quien lo sabe, tu yo interior!
Si buscas la expresión de tu alma o tus propias instrucciones de uso, vuelve a visitar tu infancia. ¿Cuáles eran tus deseos, expectativas, aptitudes y predisposiciones? Te sorprenderás de lo que tu alma tiene que desvelarte…
Para saber más, descubre nuestro artículo: Alcanzar tu verdad interior a través de tus experiencias vitales
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